Creatividad infantil: un mundo por descubrir
Los niños tienen consigo mucha creatividad, la cual podemos ir encauzando de distintas formas permitiendo que desarrollen sus grandes posibilidades.
Ellos vuelcan su forma de ser en un dibujo, un juego, un rompecabezas.
Es muy importante no inhibir al niño cuando quiera hacer un dibujo, cantar o pintar, hay que prestarle atención y darle el espacio necesario. Cuando su obra esté terminada se debe dar importancia a lo que hizo y en lo posible festejarlo. De esta forma se le estimula la autoestima, muy necesaria para la creación.
Cuando le hablamos de mundos imaginarios, de animales fantásticos, para nosotros es una ilusión pero está dentro del mundo onírico del niño, por lo que si además le pedimos que nos dibuje lo que imagina nos sorprenderemos.
Cuando un niño es pequeño es conveniente mostrarle las distintas expresiones del arte, sin forzarlo, solo hacerle conocer la pintura, la poesía, la poesía, visitar museos, ir al zoológico. Y del mismo modo mostrarle que existen diversas formas de trabajo artístico con materiales como la madera, el papel, los lápices, la pintura, la arcilla, etc.
También le estimulamos la creatividad cuando conoce la naturaleza, le mostramos los colores y las formas de las flores, la diferencia de los colores en cada estación, el olor de las frutas, el sonido del río cuando cae entre las piedras. De esta forma sus sentidos son estimulados.
También lo estimulamos cuando le permitimos participar en los arreglos o la decoración de su dormitorio, por ejemplo preguntarle de qué color le gustaría que se pintaran los muros, si quiere tener cojines con alguna imagen infantil o solo colores. Que elija su pocillo de postre, su taza, etc. De esa forma lo vamos formando en la decisión ante el diseño.
Con cualquiera de estas acciones estamos ayudando a su formación y creatividad, lo que redundará en un adulto con grandes posibilidades de tener un mundo rico en el mundo del arte y el diseño.
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